Heather Maddison |Ficha|

Nombre Completo: Heather Jane Maddison
Apodos: Niña, enana, pequeño monstruo, Heather, calabacita (Por parte de su padre)
Fecha de Nacimiento: 27/12/Año
Nacionalidad: Londinense
Edad: 11 años
Grupo: No pertenece a ningún grupo.
Sexualidad: Experimentando.
Ocupación: Estudiante.
Avatar: Ahorremonos la Dres. Chloë Grace Moretz

Heather es una niña bastante astuta para su edades atrevida y segura de sí misma, no es de las que se dejan intimidar fácilmente y de hecho ella es de la que más intimida a los niños de su edad. Es bastante introvertida, le resulta bastante complicado hacer amigos más que nada porque se siente bien estando sola, además sólo se acerca (o deja que se le acerque) la persona que le da la gana, si no, optará por alejarse o simplemente ignorar. Posee una buena habilidad mental, lo que le hace muy sencillo el hecho de resolver acertijos, de hecho, esa es una de las cosas que más le encanta hacer, al igual que esa sensación que le provoca el miedo, al sentir su corazón palpitar a vuelo de los nervios, al sentir el sudor frío que baja por su nuca y llega hasta su espalda para recorrer su columna, cuando siente que de la desesperación se le va la cabeza, al todo ello terminar, siente una potente satisfacción, más sabiendo que ha superado ese miedo y que puede pasar por cosas peores, la hace sentir realizada y potente contra el mundo. Tiene un fuerte carácter y en opinar no se tarda ni un segundo, ama hacer trampas y mentir, de hecho, si conoce a alguien que no le parece de confianza, pero le interesa lo suficiente como para querer saber más de esa persona recurre a las mentiras, y no es una mala mentirosa, de hecho el arte de las mentiras la llena de fuerza interior por más agobiada que esté, además se ha evitado muchos problemas con aquel “pecado”, pero no tiene mucho que perder, de hecho, no tiene casi nada que perder con ello. También es fanática de algunos deportes, sobre todo los de agilidad o velocidad, tales como las carreras o el alpinismo (este lo emplea subiendo paredes o tejados por cualquier motivo, ya sea la vista o para escupirle encima a cualquier sujeto que pase por su punto de vista). No es fanática de las cosas lujosas y llamativas, obviamente si ve una gran casa decorada con oro puro y columnas de mármol pintadas de café va a impresionarse, pero para su comodidad prefiere todo lo que sea habitable y esconda algo interesante, incluso le gusta el trabajo duro (que de vez en cuando la hace sentirse mejor si le duele el estómago o está mareada), le gusta sentirse cansada a menos claro de que tenga más cosas que hacer, si durante todo el día ha estado ocupada haciendo esto y aquello una buena siesta le va de maravilla (pese a que si no duerme bien como todo ser humano pasa por un humor fatal). Conforme a confianza, tardarás bastante tiempo en formar algún lazo con ella, a menos claro de que seas de su interés, pero si eres de aquellas personas que se sienten superiores por motivos de dinero o de poder, prepárate para ser abatido a piedras por esta niña para que luego huya de ti subiéndose a un techo o colándose por algún agujero en el que tú no puedes. Es optimista y su esperanza no es fácil de matar, también es terca y persistente, con un fuerte sentido de liderazgo ágil, siempre está para insistir si cree que algo es lo correcto o si ELLA quiere hacer o participar en algo, pese a que no es muy platicadora, tiene una buena memoria y un vocabulario…. No tan educado, a menos claro que la ocasión demuestre necesitar lo contrario. Por último se puede decir que más que nada prefiere el silencio, ama las cosas viejas, la hacen transportarse en un viaje sin fin ni salida al pasado en donde sólo ella es bienvenida, tal como lo es en sus sueños y en los de cada niño. No es fanática de los vestidos ni las faldas, prefiere pantalones en todo momento y zapatos cómodos, como dije antes no es fanática de lo lujoso, tiene el vicio de guardar lo que siente que le va a servir más adelante y para ello siempre lleva una mochila especial.
Le gustan los objetos filosos y las armas, de hecho si tiene la oportunidad de entrar a una armería se pasa un buen rato observando los armamentos, podría jurar que de no ser por su reputación letal, serían consideradas una obra de arte, con cada detalle exacto, cada parte que las conforma, las hace admirables, en su opinión.

Heather nació en Londres, más no fue la típica historia alegre de un nacimiento perfecto, su madre murió en parto y tras aquél incidente cinco años después del incidente su padre decidió ir a Estados Unidos para dejar atrás los recuerdos de su amada esposa, cuya muerte lo había sumido en una profunda depresión, la cual lo mantuvo en un estado casi vegetal, convirtiéndose en un hombre reservado y nada platicador, más igual de amoroso con su hija, pues comprendía que no era su culpa, ella nunca habría querido la muerte de su madre, sólo que el organismo de la mujer no era lo bastante fuerte para soportar dolor como aquel.
Pero volviendo a la protagonista de la historia, para Heather la mudanza no fue mucho peso, pues nunca le resultó cosa fácil eso de “Hacer amigos”, era introvertida y a pesar de que en los momentos adecuados puede sentir mucha confianza prefería no acercarse mucho, entonces no perdió casi nada cuando se mudó a aquel pueblito donde por cierto, le divertía subirse a los tejados y lanzarle rocas a los niños que se burlaban de ella o hasta les escupía uva masticadas, cosa que en realidad su padre nunca le reprimió si no se lo hacía a gente mayor o a policías, pero pese a eso a veces Heather podía ser muy valiente.
A Heather le gustaba mucho pasar el tiempo explorando el pueblo, tanto que a veces se pasaba un día entero fuera de casa, pero su padre casi nunca se enteraba, trabajaba en una tienda de comestibles en los turnos de día y cuando ambos tenían una ligera oportunidad de pasar el tiempo juntos, lo hacían cenando o viendo alguna película, no charlando, pese a que ninguno sabía que decir, lamentablemente ni el uno ni el otro son muy platicadores, pero su sentido de opinar cuando tiene necesidad Heather lo tiene de su padre.
Tanto se la pasó jugando por el pueblo que ahora se lo conoce de memoria, se paseó por todas partes, hasta por el techo, una vez intentó entrar a las tuberías para ver cómo serían y para aclarar su teoría de que “En un desierto es probable encontrarse con una serpiente en las tuberías”, pero cuando lo intentó no le fue muy bien por decirlo…
Prefirió hacerlo de noche, donde nadie pudiera verla entrar por una coladera en el suelo, se equipó con lo necesario, una linterna, una cuerda que había encontrado en el garaje de la casa y unas pinzas largas por si de casualidad, se llegaba a encontrar con una serpiente.
Salió a la calle por la ventana, ya que su casa es de un piso y su padre estaba en la sala viendo televisión, él no entraría a su habitación, pensaba que estaba dormida y cuando pensaba eso nunca entraba si no escuchaba nada, era muy despistado, y Heather a veces aprovechaba de aquello como en esos momentos.
Después de salir por la ventana, prácticamente voló por las calles disfrutando que a esas horas no había nadie, si no fuera como es se habría arrepentido y vuelto a casa, pero Heather es Heather y no se rinde tan fácil, además esa preocupación de que un fantasma o un secuestrador la atacara por la espalda la hacía reírse de momentos.
En medio de una calle estaba la puerta a las tuberías que tanto ansiaba encontrar, así que sin dudarlo ni una vez se pasó en medio de la calle, tomó la tapa de la coladera con ambas manos y la levantó con un poco de esfuerzo, luego encendió su linterna y la apuntó hacia abajo dando conque habían unas escaleras.
-Esto no podría ir mejor –Dijo para sí, pero en recuerda, ¡Nunca digas hop antes de que termine el salto!
Un oficial la había pillado, y ahora corría hacia ella dispuesto a evitar un acto de vandalismo y a salvarla de perderse en las alcantarillas del pueblo.
Heather en un ataque de pánico, se levantó como pudo y salió como una bala hacia otra calle, no hacia su casa, la rodearía para perder al oficial y después entraría por la ventana de nuevo.
Eso hizo bastante bien, llegó a casa pero al pasar el pie por el marco empujó por accidente su reloj despertador y este hizo un ruido retumbante al romperse en el suelo, casi de inmediato su padre abrió la puerta de la habitación y la encontró a medio entrar de la ventana.
Heather se quedó helada, para después ser jalada bruscamente y recibir la reprimenda de su vida.
Aunque parezca lo contrario la vida de Heather siempre estuvo llena de emociones, que lamentablemente nunca compartió con nadie, sus aventuras siempre fueron como ella… solitarias.
Concluimos su historia con que hace poco cumplió los 11 años y mirando por la ventana le pareció ver un tornado a lo lejos… llevándose como respuesta por parte de su padre que estaba muy cansada y que debería dormir… ¿De verdad se tratará de un tornado?

Ama dibujar y tocar instrumentos, sus favoritos son la guitarra y el piano, esos son los que más practica.
Prefiere relacionarse más con la gente mayor que con los chicos de su edad, pero a pesar de sus ideales y forma de ser, sigue siendo una niña, y cuando se lo remarcan tiende a molestarse.
Tiene un Border Collie llamado Yogurt, más es ya un pobre anciano y sólo permanece acostado sobre su cama.
Es alérgica al aromatizante casero.
Su comida favorita es el pastel de higos y la que más aborrece es cualquier cosa que lleve champiñones.