Long live the reckless and the brave! {Ficha de;; Oasis.}

Nombre Completo: Oasis S -de Soffia- Lindqvist.
Apodos: Oasis es ya lo suficientemente corto, pero los cercanos descarados le llaman "Oa".
Fecha de Nacimiento: Veintisiete de diciembre, hace veinte otoños.
Nacionalidad: Estadounidense.
Edad: Diecinueve.
Grupo: Civiles.
Sexualidad: Bisexual.
Ocupación: Estudiante de psicología, casi por obligación. Cantante aficionada por sus mismas ganas.
Avatar: Tay Jardine.

Oasis es, simplemente, tan difícil de ver como la fuente de agua que da su nombre. "Eres tan... increíble, como, justamente, un oasis en el desierto" le habrán dicho muchas veces, quizás para ganarse su corazón, quizás solo para explicar el efecto que crea en los demás seres humanos. Oasis es así, es un libro abierto, pero al que le han arrancado varias de sus hojas, por lo que es difícil comprender su mente al cien por ciento. Es simpática, jamás la verás sin una sonrisa en su rostro, incluso aunque, por dentro, su corazón se esté haciendo trizas a cada movimiento de sus manos. Solo es una mujer en el mundo que hace todo lo que puede pero que siente que no hace lo que alcanza. Tiene un corazón tan grande que parece que en cualquier momento saldrá de su pecho. Es capaz de dar cada parte de si misma por la gente a la que aprecia, y desgraciadamente, eso también es malo. Porque la gente decepciona mucho, y se ha llevado muchos golpes de la vida por la misma razón: Nunca juzgar a las personas que siente cercanas. Pero siempre se levanta. A cada paso que da va recogiendo pedacitos de si misma y poniéndolos en su lugar, porque tienes que cuidarte ¿verdad? Nadie jamás lo hará por ti. Es perseverante, inteligente, soñadora. Siempre le han dicho que ponga los pies en el suelo, pero su única meta es tener la cabeza en las nubes. Poeta, distraída, insegura, y, sí no te conoce, puede ser tímida y hasta tajante. Es culta, le fascina aprender cosas nuevas. ¿Sus problemas? Impulsiva, cabrona. Su cerebro está lleno de humo, y sí la molestas no dudará en decirlo, tiene una lengua bastante afilada. Pero no lo dudes, aquí tienes a una gran amiga y, en realidad, a una de las personas más dulces que podrás conocer. Disfrútala, porque ya no queda gente como Oasis.

Oasis nació del matrimonio de Alex Lindqvist y Baltimore Landscape, dos personas completamente distintas. Mientras su padre le enseñaba a tocar la guitarra y a sacarle la lengua a los viejitos molestos, su madre le decía que debía ser una niña, que debía comportarse como una mujer y no decir malas palabras, pero a Oasis, como la banda, jamás le importó un comino nada de esas idioteces que a la mujer le preocupaba. Hermana de dos chicos mayores, siempre fue criada como un hombrecito más por estos dos, pero siempre consentida y mejor tratada que a una reina. Siempre la hicieron sentir parte de ellos, y es lo que más agradece en su infancia, porque todo lo que siguió a ella fue un asco. En la adolescencia sufrió tantas críticas y tanto dolor que hasta pensó en cometer suicidio, pero no. Papá lloraría demasiado por ella, y también sus hermanos. Los amaba demasiado como para dejarlos irse, así que tomó las fuerzas de donde no las tenía y comenzó a ir adelante. Intentaba no hacerle caso a las chicas que le decían "gorda" o "extremadamente flaca" o "fea" o "enana". No, ¿saben por qué? Porque no valía la pena. Ella era demasiado para toda esa porquería barata de no ser lo que un chico busca, o lo que la gente, en sí, busca. Con mucho esfuerzo comenzó a hablar más con la gente y empezó a tener amigos como ella. "Los temerarios" se llamaban. Formaron una banda, tuvieron un pequeño revuelo en la escuela, pero nada que fuera a mucho. La banda se disolvió cuando llegaba a su último año de escuela, y era ya el momento de elegir que ser. "Quiero ser una cantante, mamá. Creo que tengo una oportunidad. Tengo una buena voz, papá dice que es la más hermosa que pudo escuchar". Su madre comenzó a gritarle, a decirle que no podía defraudarla y, frustrada, le dio una cachetada a su hija. Como si así descargara todas las cosas 'malas' que Oasis le hizo pasar. La castaña no volvió a dar palabra de lo sucedido y volvió a la rutina. En el último año llegó un chico llamado Sébastien. ¿Por qué lo nombró? Porque fue lo mejor que le pudo pasar a Oasis en sus ya buenos diecisiete años de edad. Le enseñó todas las formas de las nubes y le hizo sentir mariposas en el estómago, conoció pedazos de piel que nadie jamás vio: Le puso la cabeza en alto y le enseñó que ella podía ser lo que quisiera. Pero las cosas no fueron tan buenas para los dos, porque el año escolar terminó y fue como si todo lo que querían se hubiera destruido con un "Mi mamá quiere que estudie lejos. Lejos de ti." Se dijeron adiós, y él le prometió venir a visitarla al pueblo que estaba cerca de la universidad donde tuvo que ir. Intentar formar una banda y estudiar psicología. ¿Saben lo horrible que es investigar sobre el espectro y patologías humanas cuando no conoces ni la mitad de ti? Horrible. Pero aquí la tenemos, en este pueblo, justamente en este.

Tiene un tatuaje que dice "Long live the reckless and the brave", dedicado a su banda favorita. También tiene otro en la espalda baja, que reza "Do it for Baltimore" porque, ante todo y después de cada cosas que le haya hecho pasar, y aunque a veces no se sienta cercana a ella, la ama.